go ask my mother
Había una vez una princesa que siempre estaba contenta pero un día se enfadó y sus padres se enfadaron y la castigaron a su habitación y se fue la princesa y dijo – perdón padres. Te perdono. Fin.
Julia Fernández Losada
Comisaria
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El peligro que se desdobla de la memoria. El placer de invadirlas: confluencias de tiempos, de carnes, de deseos. Sus padres podrían castigarla, si ellos no fueran ella misma. Es aún sobre rastros, sobre manchas. El trabajo visceral de crecer - pieles que configuran mundos, tales memorias. Adentrar. Espacio-límite. El tedio de la ausencia del simbolo. Perdóname por crecer, pero deje por lo menos el cuerpo de mi juguete. Nunca ha sido facil encontrar la salida - no obstante, me encuentras por aquí? Castígame, pero al final rompe los limites de nuestras gargantas. Ella te respondió? No más el alimentar: a ellos les falta la palabra, a mi me falta el habitar, la cabaña. La Babel - la estante. Desván. Anterior al lenguage, la inocencia infante és índice de sublimación: se siente el olor. De esa luz y sombra, de ese sudor, sutura. Duerme y ríe.
Bruna Freitas
Poeta brasileña
para Go ask my mother